—James, todo el mundo tiene algo que decir.
Incluso en la pantalla del teléfono de James, puedo ver el sonrojo de Lydia. Ella tiene el cabello suelto y ondulado, sus ojos realmente brillan cuando habla sobre los eventos de la semana pasada.
—Decidimos que no tenía sentido sentarse adentro con un clima tan hermoso, así que Ofelia trasladó el estudio a la terraza. — Sonríe por lo bajo. —Aunque en mi opinión ella solo quería ver a los jardineros que están preparando el jardín para el verano.
—Debemos visitarlo nuevamente pronto. También me gustaría 195
conocer a tu maestra. ?Es realmente tan estricta?
Lydia pone los ojos en blanco. —Lexington es un cordero en comparación—。 La miro con incredulidad.
—De verdad. Es muy exigente y presta atención a detalles como la caligrafía. Si algo no se hace perfectamente, debe repetirse. Por un lado, me molesta muchísimo, y por otro, me alegro de que me trate con normalidad.
—Lydia, porque eres normal.
—Sabes a lo que me refiero.
Tomo esmalte de u?as del estante, cierro los ojos y me rocío toda la cabeza.
—Incluso a unos pocos cientos de kilómetros de ti quiero toser, — dice Lydia, y me río de nuevo. —Pero te ves genial.
—Eres encantadora, gracias—。 Me miro en la pantalla del teléfono.
Sí, está bien. Espero que siga así toda la noche. —?Qué planes tienes para el fin de semana?
—Nada especial. Graham vendrá y se quedará hasta el lunes.
—Sospecho que Ofelia quiere aprovechar la oportunidad para convencerlo de que haga un baby shower. ?Sería Genial!
—?Eso crees?— La ceja de Lydia frunciendo el ce?o. —No lo sé.
?No crees que es raro?
—?Por qué crees que es raro?
—?Porque lo sé? Después de todo lo que ha pasado, no estoy segura de que un baby shower sea una buena idea.
Sacudo la cabeza e inclino la pantalla para mirarla peligrosamente.
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—Mira, aún no has tenido la oportunidad de disfrutar de tu embarazo. Y
sin embargo, este debería ser un momento hermoso. Si estás dispuesta a dejar que otros disfruten de ti y de tus hijos, deberías aceptar una fiesta.
Lydia respira con un claro alivio.
—Porque eres feliz, ?verdad?
—Sí, ahora mismo lo soy,— responde inmediatamente.
—Así que no sé qué la detendría de hacer esta fiesta para ti y los ni?os.
Hay una peque?a sonrisa en su cara. —?Vendrías?
—Con el mayor placer, los demás también, seguro.
—Ofelia, en cualquier caso, está interesada en esta idea. No sé dónde encuentra el tiempo, pero en los últimos días logró tejer algunos sombreros y una manta para los bebés.
Eso es lindo.
—Sí, pero entre nosotras, este no es su punto fuerte. La manta es más como una tela, es áspera—。 Esta sonriendo. —Pero no importa, estoy muy feliz.
—Es genial verte tan bien. Siento que quedarte en casa de Ofelia te hace sentir muy bien.
—Sí, lo hace. En realidad, se suponía que era un castigo. Mi padre probablemente no esperaba que nos lleváramos bien inmediatamente.
—?Estás considerando quedarte con ella?— Lydia asiente con la cabeza.
—Estaba pensando en ello. Es bueno vivir con alguien que me entienda. Por otro lado, no es justo poner su vida de cabeza. Y sin eso, 197
tiene las manos llenas.
Me acerco al armario y lo abro con una mano.
—?Qué tal el Sr. Sutton?— Lydia resopla riendo.
—Realmente tienes que dejar de llamarlo así.
Me quito los zapatos y vuelvo al escritorio. Con cuidado coloco mi teléfono celular contra un vaso vacío.
—Siempre ha sido Graham para ti, pero no para mí—。 Me siento extra?a, de repente hablando de él por su nombre.
—Te acostumbrarás—, dice con convicción. Se muerde el labio inferior antes de decidir continuar. —Graham… preguntó si podríamos vivir juntos.
Me congelo con el zapato en la mano y miro la pantalla del teléfono.
—?Y?
Lydia asiente. Una sonrisa aparece en su rostro. —Creo que puedo imaginarlo—, admite en un susurro.
Por el momento, es tan diferente de esa Lydia, a quien encontré en el ba?o del pub de Oxford, llena de lágrimas, que me enternece el corazón.