Home > Books > God of Malice (Legacy of Gods #1)(11)

God of Malice (Legacy of Gods #1)(11)

Author:Rina Kent

Esto no puede ser

Esto… simplemente no puede ser.

?Por qué diablos pintaría esta… esta sinfonía de violencia?

Casi puedo sentir ese toque crudo en mi piel caliente. Puedo sentir su aliento sobre mí, su control y cómo me lo quitó a cambio. Puedo verlo frente a mí con esos ojos muertos, alto como el diablo y con la misma presencia imponente, su manera de quitarme todo.

Casi puedo escuchar su voz burlona y su manera natural de hablar.

Incluso puedo olerlo, algo amaderado y crudo que hace que mi aire se atasque en la parte posterior de mi garganta.

Mis dedos se deslizan hacia mi cuello hasta donde él me tocó, no, me ahogó, cuando un golpe corta a través de mi cuerpo y dejo caer mi mano, sobresaltada.

?Qué demonios estoy haciendo?

Lo que sucedió antes fue oscuro, inquietante y absolutamente no es algo que deba pintar con estos detalles en bruto.

Nunca había dibujado nada tan grande antes.

Envolviendo mis brazos alrededor de mi cintura, estoy a punto de encorvarme por el dolor asaltante.

Mierda.

Creo que voy a vomitar.

—Vaya.

La palabra murmurada que viene detrás de mí me sobresalta y me estremezco cuando giro la cabeza para mirar a mi hermano.

El más accesible de los gemelos, afortunadamente.

Brandon está de pie cerca de la puerta, vestido con pantalones cortos de color caqui y una camisa blanca. Su cabello, una imitación realista del chocolate amargo, vuela en todas direcciones, como si acabara de salir de la cama y aterrizar en mi estudio.

Lanza un dedo en la dirección general de mi lienzo horroroso.

—?Tu hiciste eso?

—No. Quiero decir, sí… tal vez. No sé. Ciertamente no estaba en mi sano juicio.

—?No es ese el estado mental por el que luchan todos los artistas? —Sus ojos se suavizan. Son tan azules, tan ligeros, tan apasionados, como los de papá. Tan preocupado, también.

Desde que desarrolló esa fuerte aversión a los ojos, Brandon no ha sido el mismo.

Le toma unos pocos pasos llegar a mi lado y envolver un brazo alrededor de mi hombro. Mi hermano es unos cuatro a?os mayor que yo y eso se nota en cada contorno de su rostro. En cada paso seguro que da.

En cada movimiento calculado.

Bran siempre ha sido naranja para mí: cálido, profundo y uno de mis colores favoritos.

No habla por un momento, mirando en silencio la pintura. No me atrevo a mirarlo ni cómo lo estudia.

Casi no me atrevo a respirar mientras su mano descansa con indiferencia sobre mi hombro como cuando necesitamos la compa?ía del otro.

Bran y yo siempre hemos sido un equipo contra el tirano Lan.

—Es… absolutamente fantástico, Glyn.

Lo miro por debajo de mis pesta?as.

—?Estás burlándote de mí?

—No haría eso con el arte. No sabía que nos estabas ocultando este talento.

Preferiría llamar a esto un desastre, una manifestación de mi jodida musa, que talento.

Puede ser cualquier cosa menos talento.

—Espera a que mamá vea esto. Se lo pasará en grande.

—No. —Me alejo de él, las garantías de antes se desvanecen en terror—。 No quiero mostrarle… Por favor, Bran, no mamá.

Ella sabrá

Verá la violación en los trazos oscuros y las líneas caóticas.

—Oye… —Bran jala mi cuerpo tembloroso en un abrazo—。 Está bien. Si no quieres que mamá vea, no se lo diré.

—Gracias. —Entierro mi cara en su pecho, y debo ensuciar su ropa con toda la pintura al óleo, pero no lo suelto.

Porque por primera vez desde la terrible experiencia, finalmente puedo dejarlo ir.

Me siento a salvo de todo.

Mi propia cabeza incluida.

Mis dedos se clavan en la espalda de mi hermano y él me sostiene. Silenciosamente.

Es por eso que amo más a Bran. Sabe cómo ser un ancla. él sabe cómo ser un hermano.

A diferencia de Lan.

Después de un tiempo, nos separamos, pero él no me permite irme. En cambio, se queda para mirarme.

—?Qué pasa, princesita?

Así me llama papá. Princesita.

Mamá es la princesa original. A quien papá adora en su altar y hace realidad todos sus sue?os.

Soy la hija de la princesa y, por tanto, la princesita.

Limpio la humedad de mis ojos.

—Nada, Bran.

—No te escabulles al sótano a las cinco de la ma?ana, pintas esto y luego dices que no es nada. Puede ser cada palabra bajo el sol, pero nada no debería estar en el menú.

 11/186   Home Previous 9 10 11 12 13 14 Next End