—?Nunca vivieras antes de ellos? —Termino por ella.
Asiente, su rostro adorablemente tímido.
—Al mismo tiempo, no estoy segura si es seguro enamorarme tan fuerte.
—Nunca es seguro enamorarse, Glyn. Sabes que podrías romperte los huesos o perder la vida, pero aun así das el salto porque confías en que él te atrapará.
—?Y si no lo hace?
—Entonces seré yo quien rompa sus huesos.
—?Mamá!
—Bien, bien. Hablando en serio, sería bueno descubrir que no es digno de tu confianza desde el principio, para que puedas seguir adelante.
Suspira.
—Tienes razón. Es mejor averiguarlo que quedarse en la oscuridad.
—Así es.
—Gracias mamá, y no solo por esto…sino por todo. Y lamento ser la menos talentosa de tus hijos. —Se atraganta con las últimas palabras.
—Glyndon…
—No, déjame terminar. Me tomó mucho coraje decidir decirte esto, así que solo escúchame. Supe desde el principio que no era rival para Lan y Bran, y eso me aplastó, mamá. No podía hablar contigo sobre eso, porque sabía que me aplacarías. Tienes que hacerlo porque eres mi madre. Creo que tú también lo sentiste, porque le dijiste a papá que me construyera un estudio separado y me animaste a tomar mi pincel de nuevo. Y te amo por intentarlo, pero en realidad no funcionó. Ese complejo de inferioridad me llevó a un borde peligroso y contemplé seriamente suicidarme solo para terminarlo. Fui a un acantilado, dos veces, pero no quería hacerlo, mamá, y por eso puedo hablar de eso ahora. Ya no quiero ser esa versión de mí misma. Me doy cuenta de que incluso si tengo menos talento que Lan y Bran, sigo siendo importante para ti, para papá, el abuelo, la abuela y todos. Y eso es lo que me hace seguir adelante todos los días. Así que gracias, mamá, gracias por decirme que soy diferente, por llevarme a terapia, por esperar a que venga y te hable por mi cuenta. Yo necesitaba eso.
Las lágrimas se acumulan en mis ojos y rápidamente las limpio con el dorso de mis manos. No puedo permitir que me vea llorar. No cuando finalmente se abrió a mí.
Han pasado a?os.
No esperé una semana o dos, un mes o unos pocos, sino a?os enteros. Usé todos los trucos bajo el sol para que se abriera a mí, pero solo se retrajo más en sí misma.
Solíamos ser mejores amigas, pero decidió que había crecido y no necesitaba mi hombro para llorar.
Decidió ir sola, luchar sola con su dolor y cortarme. No es porque no confiara en mí, sino más bien porque no quería molestarme.
Mi peque?o bebé siempre ha sido un ángel que se negaba a causar molestias a nadie. Incluso si eso la lastimaba en retrospectiva.
Hasta ahora.
—Soy yo quien se supone que te debe agradecer, Glyn. Gracias por confiar en mí con todo eso. Ojalá estuvieras aquí para poder abrazarte.
—La próxima vez, ?de acuerdo?
—De acuerdo. Y trae a Killian a casa para que podamos conocerlo.
Tengo la sensación de que él es la razón detrás de su cambio. Finalmente está quitando los grilletes auto implantados uno por uno después de conocerlo, y quiero agradecerle por eso.
Por traer de vuelta a mi hija menor.
—Prepara a papá mentalmente primero.
—No te preocupes por tu papá, yo me encargo de él. Será estricto al principio, pero haré que cambie.
—?Porque te ama?
—Supongo.
—?Cómo se enamoró papá de ti, mamá?
—No lo sé y tampoco creo que él tenga la respuesta a eso. El amor no se puede forzar ni explicar, simplemente sucede, Glyn.
Ella parece pensativa, luego asiente y termina la llamada después de que me pone al día sobre la vida escolar y me asegura que volverán al final del fin de semana.
Mi pecho se desinfla con un suspiro y finalmente puedo sonreír después de esa pesadilla.
Porque al diablo con esa voz, nunca elegiré entre mis hijos.
Además, tengo un esposo que tiene la constitución de un vikingo. Los dos podemos salvarlos a los tres, sin hacer preguntas.
Con una sonrisa, vuelvo a nuestra cama y me deslizo en los brazos de Levi.
Nuestros hijos son adultos y están tomando diferentes caminos en la vida, pero este hombre será mío para siempre.