Es parte de la razón por la que somos naturalmente cercanos. En cierto modo, Remi y Creigh no son diferentes a Lan y Bran.
Está bien, tal vez solo Bran. Lan está en una liga propia.
Cecily pone los ojos en blanco ante el tono dramático de Remi.
—？Y qué miseria podría ser esa?
—El hecho de que ninguna de ustedes, chicas, me pidió que las trajera de regreso al campus. Incluso tenía todas sus canciones favoritas guardadas para el viaje por carretera.
—Eso es porque podíamos conducir muy bien —dice Cecily—。 Además, me dejaste en Visto el último mensaje que te envié.
—？Moi? —Me suelta, saca su teléfono y se detiene en seco—。 De ninguna manera en la mierda… Creigh, peque?a mierda. ?Qué hiciste ahora? ?Descifraste mi código?
Mi primo, que está al otro lado de mí, se encoge de hombros pero no dice nada.
Estiro la cabeza y encuentro el teléfono de Remi lleno de imágenes pornográficas.
—Cerdo —digo en voz baja.
Cecily se pone roja, y si Ava estuviera aquí, la llamaría mojigata, porque lo es, en cierto modo. A Cecily simplemente no le va bien con cualquier conversación que sea de naturaleza sexual.
—Eres repugnante —le dice a Remi.
—No, Creigh lo es. —Remi agarra a mi primo por el cuello de su polo—。 él es quien hackeó mi teléfono y metió todo eso.
La expresión de Creigh sigue siendo de póquer.
—？Pruebas?
—Te daré una paliza, bastardo descarado.
—Puedes intentar.
—？No puedo creer esto! —Remi se queja—。 Adopto a un bicho raro bajo el paraguas de mi se?oría y trata de sabotear no solo mi estado de popularidad sino también mi noble nombre. ?Te voy a repudiar, engendro! No vengas corriendo hacia mí con la cola metida entre las piernas cuando no puedas escaparte de la multitud por tu cuenta.
—Sobreviviré.
La respuesta metódica y algo inexpresiva de Creigh solo irrita más a Remi.
—No envíe mensajes de texto por mi se?oría cuando estés aburrido.
—Tú eres el que hace eso.
Remi entrecierra los ojos, luego sonríe.
—No te cubriré cuando tus padres llamen. Qué tal esa, engendro.
Cecily entrelaza su brazo con el de Creigh.
—No le hagas caso. Te tenemos.
—？？Oye!! No vayas a robar a mi hijo adoptivo. —Remi la aparta e inspecciona a Creigh—。 ?La hembra de puma te hizo algo, engendro? Díselo a mi se?oría y yo me ocuparé de ella.
Mi primo levanta una ceja.
—？Pensé que me estabas repudiando?
—Disparates. Si te repudio, ?cómo sobrevivirás?
—？Estás seguro de que no es al revés? —Cecily se cruza de brazos—。 Tu atención a Creigh es el método que usas para sentir que lo estás haciendo bien, así que es autoservicio.
—Llamó la policía nerd y dicen que eres demasiado nerd para el gusto de nadie.
—？Seguro que no fue la policía puta diciendo que estás en mayor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual?
—Dice la mojigata.
—Si crees que es un insulto, inténtalo de nuevo. Al menos no corro el riesgo de contraer ETS.
—Hay una cosa llamada condón. ?Alguna vez has oído hablar de eso? Oh, lo siento, olvidé que eres una mojigata.
—Se olvidó de usar uno una vez —dice Creighton y todos nos volvemos hacia él—。 Condón.
Remi gira la cabeza.
—No vayas a contar los secretos de mi se?oría, bastardo descarado.
Cecily es como un perro que ha encontrado un hueso y va tras Remi con la ferocidad de un guerrero.
Me río, o más exactamente me obligo a reír, fingiendo ser más feliz de lo que realmente soy. Fingiendo que esta escena puede ayudar a reducir el caos que se gesta dentro de mí.
Hay una pizca de destellos negros en mi visión periférica y giro tan rápido que me sorprende que no tropiece.
Está allí de nuevo.
Estoy segura de que alguien me miraba desde las sombras, observando cada uno de mis movimientos.
El calor de mi cuerpo aumenta y froto mi palma en el costado de mis pantalones cortos. Una vez.
Dos veces.
Mi teléfono quema en mi bolsillo y no puedo dejar de pensar en el mensaje de texto que recibí hace dos días.