Me negué a pensar en eso en este momento, lo empujé a un segundo plano y fingí que pertenecía con el resto del equipaje que está arruinando mi vida. Pero no creo que pueda hacer eso nunca más.
?Se trata de Dev?
?O es mucho peor?
Las bromas del grupo en el que estoy comienzan a disolverse hasta convertirse en ruido blanco. Mi visión se vuelve borrosa.
Todo se vuelve borroso.
Ni siquiera puedo ver mis dedos.
Mi pie derecho da un paso atrás y luego el otro lo sigue. Me estoy retirando, pero no sé a dónde.
O como.
De lo único que estoy segura es que necesito largarme de aquí.
Ahora.
Les enviaré un mensaje de texto a los chicos más tarde y les diré que me sentía mal. Aunque tal vez necesito cambiar esa excusa, considerando que la he usado varias veces últimamente…
Una mano fuerte me golpea la boca y grito cuando me lanzan hacia atrás.
El único sonido que sale de mí es un ruido espeluznante y sordo que desborda desesperación por vivir.
Una mano salvaje se envuelve alrededor de mi boca mientras mi espalda golpea la pared. Mis ojos se abren cuando se encuentran con esos psicóticos.
Están oscuros, sin vida, como hace dos noches.
él chasquea la lengua, su voz es un susurro oscurecido.
—Seguro que eres difícil de encontrar sola, Glyndon.
5
GLYNDON
El abuelo me dijo una vez que habrá momentos en los que me sentiré tan atrapada que una salida parece imposible.
Me asfixiaré.
Me sentiré tan fuera de mi elemento, como si todas las paredes se estuvieran cerrando sobre mi corazón.
Dijo que si me sentía así, la clave es mantener la calma, no dejar que el miedo se filtre.
Un desastre podría matarte o no, princesa. Pero estar aterrorizado por eso definitivamente terminaría contigo.
Desearía tener suficiente acceso a mi cerebro para poder usarlo para poner las palabras del abuelo en perspectiva. Ojalá fuera fuerte como él, el tío, papá o mamá.
Desearía no estar pensando en formas de disolverme en la pared o en la tierra.
O en cualquier lugar que no esté en el campo de visión del extra?o. Su cuerpo cubre mi frente y es todo duro, fuerte y tan aterrador que siento que voy a vomitar.
Los recuerdos de hace dos noches acuchillan mi conciencia herida y feas voces gritan en mi cabeza.
Alto.
Más fuerte.
Creo… que estoy teniendo un ataque de pánico.
No puedo tener un ataque de pánico. Siempre he sido apática en cierto modo, difícil que me saquen las emociones, y aún más difícil traducirlas en el mundo sensorial sin mi pincel. Entonces, ?por qué diablos estoy entrando en pánico?
Mis ojos no dejan los ojos apagados del extra?o y entonces me golpea.
Es por eso que estoy teniendo esta reacción.
Estos ojos que se asemejan al choque de un bosque lluvioso con la noche. Durante la noche, no pude descifrar su color, pero incluso a la luz, el verde y el azul son tan oscuros que es como si no tuvieran color.
Es incoloro, y no en un sentido anodino, sino exactamente al contrario.
Mamá dice que los ojos son la ventana del alma de una persona. En ese caso, hay un agujero negro donde se supone que está el alma de este bastardo.
La mano con la que me aprisiona contra la pared no es dura, pero es lo suficientemente firme como para traducir que él es el que tiene el poder. El que puede convertir un simple toque en un acto de violencia como lo hizo antes. Como ya tuve un encuentro con él, ya ha establecido su salvajismo y que no lo atan los estándares sociales. Así que a pesar de que me sostiene con infinita suavidad, pareciendo como si no estuviera ejerciendo ningún tipo de fuerza, sé cómo es.
Realmente, realmente lo sé.
Un aliento cálido besa un lado de mi mejilla mientras levanta un brazo por encima de mi cabeza y se inclina para hablar tan cerca de mi cara que pruebo las palabras en lugar de escucharlas.
—Voy a quitar mi mano de tu boca y estarás callada para mí. Grita y recurriré a métodos desagradables.
Sigo mirándolo, sintiéndome atrapada por su altura y físico. Pensé que era grande hace dos días, pero es como si hubiera ganado una presencia extra.
Sus dedos se flexionan sobre mis mejillas, exigiendo toda mi atención. Asiente si lo entiendes.
Muevo lentamente la cabeza. No tengo ningún interés en averiguar lo que este psicópata encuentra desagradable. Además, mantengo la convicción de que él no puede hacerme nada con tanta gente alrededor.