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Perfectos mentirosos (Perfectos mentirosos #1)(39)

Author:Alex Mirez

—De acuerdo, ?qué sucedió? —pregunté, sintiendo mucha curiosidad—。 Porque de estar aquí ya la habría visto o al menos habría escuchado hablar de ella.

Artie exhaló humo un momento antes de contestarme:

—Pasó que, un día, Eli desapareció.

—?De Tagus? —pregunté, confundida.

—De todas partes.

—?Es que se la llevaron de aquí sus padres o…?

—No, simplemente un día no volvió más a clases, y nadie la ha vuelto a ver otra vez.

Artie miró mi reacción con curiosidad. Seguramente pensó que un iceberg parecería menos congelado de lo que yo lo estaba en ese instante ante esa revelación tan inesperada. Y no vas a entender todavía esto que te voy a decir: pero me pregunté si era que el destino me acababa de arrojar a la cara algo que no podía ser una simple casualidad, algo como una se?al, como un mensaje tipo ??a que esto no te lo esperas, flaca??.

Un montón de preguntas sacudieron mi mente, pero sentí que la primera que debía hacer era:

—?Nadie sabe a dónde se fue?

Ella negó con la cabeza.

—No, todo fue muy raro. —Sus cejas un poco arqueadas y el nerviosismo con el que le temblaban los dedos que sostenían el cigarrillo me indicaron que le perturbaba el tema—。 Un día Eli andaba por los pasillos de la facultad de la mano de Aegan y al siguiente ya no estaba. Luego, una semana después, sus redes sociales desaparecieron. Todos los perfiles en los que solía estar activa se borraron. Si buscas ahora, no hay ni rastro de Eli Denvers desde el a?o pasado. De sus familiares sí, pero sobre ella, nada.

Mi cara demostró mayor confusión, y no me molesté en ocultarlo.

—Es muy raro —admití.

—A mí también me pareció muy raro —concordó conmigo—。 Pero creo que fui a la única que se lo pareció, porque solo se habló de ella un par de días. Después pasó como suele ocurrir con todo aquí: apareció un nuevo y mejor chisme y la gente fue olvidando lo sucedido.

Me levanté de la cama e hice un gesto de ?espera un momentito, Artemis?.

—Pero ?y si se fue a otra universidad o se mudó a otro país? —consideré—。 A veces la gente se larga sin…

—No hizo nada de eso —me interrumpió—。 Lo investigué.

—??Lo investigaste?! —solté, atónita, y solo porque me sorprendió mucho que ella, la chica temerosa, hubiera hecho algo así.

—Sí, porque…

Se interrumpió con brusquedad. La vi apretar los labios como si dudara en decirme lo que había querido decirme al iniciar la frase, como si una parte de ella le hubiera dicho: ?No, cállate. Piénsalo mejor…?. Pero, por Dios, no podía dejarme con esa intriga.

—?Qué? —la animé a completar.

Artie apretó más los labios y negó en silencio con aflicción. Sin paciencia, me puse frente a ella, la tomé por los hombros y la miré a los ojos. Traté de dedicarle una mirada de apoyo, de complicidad, quería que entendiera que el hecho de que me estuviera contando eso acababa de marcar un después en nuestra relación de compa?eras de apartamento.

—?Qué, Artie? —insistí—。 Dímelo.

Suspiró sonoramente, y su expresión se mezcló con la preocupación y la valentía.

Lo susurró:

—Creo que Aegan la hizo desaparecer.

Madre santa de todas las madres santas. ?Aquello en verdad estaba pasando? ?De verdad Artie acababa de decir eso? Tampoco vas a entender esto aún: pero se me aceleró el corazón de una forma extra?a, como si esas palabras me emocionaran, asustaran, sorprendieran y confundieran; todo al mismo tiempo, todo en el mismo nivel.

—Es una acusación muy seria… —fue lo que salió de mi boca.

Artie asintió con aflicción y volvió a dar una ansiosa calada a su cigarrillo, para evitar echarse a llorar de nuevo.

—Lo sé, lo sé, pero es que…

Entonces me lo contó.

Un día del a?o anterior, ella había salido del campus con un chico. Fueron al restaurante de un hotel popular fuera de Tagus. Justo antes de entrar, Artie vio a Aegan salir del hotel con una chica desconocida. Salir de un hotel con alguien puede no ser sospechoso, pero verlos besarse, que fue lo que ella presenció, fue una confirmación de que no habían estado ahí solo hablando. El día anterior a eso, Eli no volvió a verse por las facultades. No regresó a sus clases habituales. Había desaparecido de Tagus y no se la había vuelto a ver en ningún sitio.

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