Home > Books > God of Malice (Legacy of Gods #1)(103)

God of Malice (Legacy of Gods #1)(103)

Author:Rina Kent

Su mirada permanece en su lugar, y sé que le está costando un poco de esfuerzo, porque está temblando contra mí, obviamente asustada, pero todavía se niega a echarse atrás.

—Mira eso. Ahora sabes cómo me siento todo el tiempo.

—Tu juego de sarcasmo ha mejorado.

—He aprendido del mejor. —Probablemente al darse cuenta de que no tiene camino por recorrer, se relaja y apoya la cabeza sobre las manos.

—?Esta es tu habitación?

Hago un sonido afirmativo y ella da un largo vistazo a los muebles, las cortinas y el escritorio en blanco y negro. La única ruptura de color es un carro de juguete rojo que he tenido desde que era ni?o.

—Es… impersonal —susurra.

—Lo personal está sobrevalorado.

—?No puedes evitar ser todo pragmático por un segundo?

—?De qué otra manera haré que te sonrojes como una virgen? Oh, lo siento, ya no eres una.

—Muy divertido.

Sonrío, bloqueando un mechón rubio entre mis dedos.

—Vivo para entretener.

Ella entrecierra sus ojos hacia mí.

—Te ves tan complacido contigo mismo.

—Eso es porque lo estoy. —Froto mi erección semidura contra su estómago—。 ?Has descansado lo suficiente para otra ronda?

—Por favor no lo hagas. Estoy tan adolorida que apenas puedo respirar sin sentir molestias.

—Te refieres a sentir mi polla dentro de ti. —Sonrío cuando se sonroja de nuevo y agarro su nalga con la palma de la mano, haciéndola gemir.

—?Qué estás haciendo?

—Relájate. No te voy a follar.

Ella me mira con sospecha.

—?Realmente no lo harás?

—No si tienes tanto dolor. Después de todo, dijiste por favor. —Acaricio la piel de su trasero, luego deslizo mi palma hacia sus caderas hasta que siento que se relaja contra mí.

Pero ella sigue mirándome con un toque desconfiado.

—?Qué?

—Simplemente no puedo creer que en realidad te detenga un por favor. Si lo hubiera sabido, habría suplicado más antes.

—Eso no me habría detenido. Si decido follarme mi co?o, nadie, incluida tú, podrá detenerme.

—?Me estás diciendo que no quieres follarme ahora?

—Sí, pero tampoco quiero lastimarte.

—Lo hiciste esa noche en el acantilado. —Su voz es suave.

—Sé que no estás lista para admitirlo, pero sentí algo de ti o no habría continuado.

—?Algo como qué?

—Tu deseo.

—De ninguna manera habría sentido deseo por ti en esas circunstancias. Solo estás poniendo excusas.

—No, solo te estoy contando mi versión de la historia.

—?Así que ni siquiera lo sientes?

—Sabes que no siento eso. Y no me disculparé por algo que ambos disfrutamos.

—No lo disfruté. —Sus hombros tiemblan por lo mucho que está tratando de reprimir su naturaleza.

Quiero presionarla más, hacer que admita su verdadero yo, pero ?qué diablos haré si comienza a llorar?

Sus lágrimas, fuera del sexo, me hacen mierda. El tipo malo de mierda.

Cuando permanezco en silencio, se mueve en mi agarre y, para mi sorpresa, no es para alejarse, sino más bien para encontrar una mejor posición.

—Además, no usaste un condón en este momento.

—?Y? Sé que estás en control de la natalidad.

—?Cómo lo supiste? Estoy bastante seguro de que no lo publiqué en IG.

—Pero te colocaron el DIU en el hospital en el que soy interno. Tengo acceso a los registros.

—?Alguna vez has oído hablar de la privacidad de los pacientes?

—Sí. Los profesores se quejan de eso todo el tiempo.

—Y aun así la violaste. Eso es ilegal, ya sabes.

—Nunca me detuvo antes.

—Entonces… ?qué hay de las ETS, no eres como el se?or Mujeriego o algo así?

—No, Se?orita Ex-Virgen. No soy un mujeriego. De hecho, no tuve sexo en los últimos dos meses y estoy limpio. Siempre uso condones.

—No conmigo.

—Contigo no —repito—。 ?De qué otra manera habría sentido tu sangre en mi polla?

—?Podrías dejar de hablar como un pervertido?

—Un pervertido sexy.

—Un pervertido es un pervertido. —Ella se aclara la garganta—。 No puedo creer que hayas permanecido célibe durante dos meses enteros.