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God of Malice (Legacy of Gods #1)(107)

Author:Rina Kent

Una persona. Eso es con lo que me tropecé.

Y está tirado al pie de las escaleras. En serio. Está en la alfombra, boca abajo.

Cuando lo golpeo accidentalmente, se queja:

—?Nadie puede dormir en esta puta casa?

Agarro la barandilla con más fuerza, mirando nada menos que a Nikolai. Está en bóxer. Eso es todo.

Su pecho y espalda son un mapa de tatuajes. Combina eso con su cabello largo y desordenado, rasgos angulosos y ce?o fruncido, y tiene todo lo necesario para inducir el miedo en el alma de cualquiera.

—Lo siento, no te vi allí —susurro y me resisto a agregar que no esperaba encontrar a alguien durmiendo al pie de las escaleras, considerando todas las habitaciones de arriba.

Nikolai entrecierra uno de sus ojos, luego, en un rápido movimiento, salta en toda su altura y se mete en mi espacio.

Retrocedo automáticamente, pero mis zapatos golpean el escalón y quedo atrapada bajo su escrutinio.

Es como si me estuvieran evaluando para la cena, o algo mucho más nefasto. Podría jurar que hay un brillo en sus ojos, el que tienen los cazadores después de detectar una presa, pero pronto se desvanece.

—No, no es el correcto. —La decepción en su tono me hace detenerme.

Pero no tengo tiempo para pensar en sus palabras antes de que Jeremy y Gareth vengan de donde sea que estén.

Completamente vestidos, gracias a Dios.

—No sabía que teníamos una invitada —dice Jeremy casualmente, su voz perdiendo toda la tensión de hace un minuto.

Gareth desliza una mano en su bolsillo, su expresión es ilegible.

—Invitada de Killer.

Puedo sentir mis oídos calentarse. Probablemente sabe lo que hemos estado haciendo.

Dios, ?puede la tierra abrirse y tragarme, por favor?

Jeremy me estudia sin cambiar su expresión.

—La compa?era de apartamento menos molesta de Anoushka.

—Mis amigas no son molestas —digo sin pensar, definitivamente más audaz de lo que nunca actuaría, especialmente considerando el hecho de que estoy rodeada por tres depredadores, con otro justo arriba.

Sin mencionar que Nikolai todavía está en mi espacio, observándome con ese ojo suyo entrecerrado y maníaco.

—La rubia tiene un complejo social de mariposa y la de cabello plateado es… —Jeremy se calla—。 Sosa por decirlo suavemente. También le está ense?ando malos hábitos a Anoushka. Cuando dije molesta, estaba siendo amable.

En serio, ?qué pasa con estos idiotas que dicen que son amables cuando exhiben un comportamiento antisocial?

Aun así, mantengo la barbilla en alto.

—Si Ava elige ser una mariposa social o no, es asunto suyo. Ella no sobrepasó tus límites ni los de nadie al hacer eso, así que no tienes derecho a juzgarla. Y Cecily no es sosa. Es el alma más pura y desinteresada que jamás haya existido.

—Sinónimo de insulsa —responde, y estoy lista para arrancarle los ojos.

Y está bien si hago que me maten mientras tanto.

Puede que no me importe si me insultan, pero sería una perra por mis amigas.

En el momento en que abro la boca para dejar que se derrame cualquier palabra, Nikolai avanza más cerca de mí para estar en el mismo espacio que yo.

Cualquier palabra que tenía que decir muere en mi garganta mientras lo miro. Es tan alto que casi se me parte el cuello hacia atrás por el ángulo. Su pecho desnudo casi roza el mío y puedo ver los poros de su piel.

—Digo, hay algunas similitudes. ?Crees que puedo atraer un gatito usando otro gatito? —Extiende una mano abierta hacia mi cara como si tuviera la intención de cubrirla y golpearme contra el objeto más cercano.

Antes de que pueda intentar agacharme, algo golpea la frente de Nikolai. Su cráneo se balancea hacia atrás y vuela hacia el suelo.

Cae de espaldas con un ruido sordo e inquietante, y el arma del crimen, una pelota de fútbol americano, rueda a su lado.

—Y él anota —dice Jeremy con diversión revelada.

Un repentino escalofrío me recorre la columna, pero no tengo la oportunidad de mirar detrás de mí.

No tengo la oportunidad de moverme.

Una presencia más grande que la vida aparece a mi lado. Odio la calidez que acompa?a al aroma amaderado y ambarino. Es una cortina de humo que hay una persona debajo de todo, cuando he visto de primera mano que ese no es el caso.

Capto un vistazo de su pecho desnudo, los inquietantes tatuajes y los músculos anormalmente abultados. Es como si estuviera reprimiendo algo.