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God of Malice (Legacy of Gods #1)(108)

Author:Rina Kent

O tal vez no se está molestando en camuflar su verdadera naturaleza.

Pero bueno, al menos se puso unos pantalones.

No me atrevo a mirarlo y, en cambio, sigo enfocada en Nikolai, quien salta como si no lo hubieran noqueado.

—?Es una jodida broma, heredero de Satanás? ?Qué pasa con tirarme malditos objetos últimamente? ?Te cansaste de vivir?

Killian me agarra por la garganta y yo grito mientras empuja mi espalda contra la barandilla y captura mis labios con los suyos.

Luego usa mi estado de desconcierto para empujar su lengua dentro. él domina la mía, me hace completa y absoluta masilla en sus manos.

Estoy indefensa, pero todavía trato de luchar. Pongo mis manos sobre su pecho para alejarlo, pero eso solo hace que su rudeza alcance nuevos y estimulantes niveles.

Sus dedos se extienden sobre mi cuello y me besa con febril control. Me besa como si me estuviera follando, como si se estuviera saliendo con la suya otra vez, y no tengo más remedio que aceptarlo.

Pero no soy su juguete.

Muerdo su labio y él muerde mi lengua, más fuerte, hasta que un sabor metálico estalla en mi boca.

Si es suyo o mío, no tengo ni idea.

De lo que estoy segura es que la guerra de lenguas, labios y dientes se vuelve más potente con cada segundo que pasa hasta que estoy segura de que mi cabeza explotará.

Su otra mano se envuelve posesivamente alrededor de mi cadera y me golpea contra la parte delantera de su cuerpo.

Mis curvas están aplastadas por su dureza despiadada y, en retrospectiva, ninguna de las fortalezas que podría construir podría resistir la guerra que es Killian Carson.

Siempre tuvo la intención de romperme en pedazos y obligarme a disfrutar cada minuto.

Tal vez es inútil luchar.

Tal vez debería haber cortado mis pérdidas al principio. Porque obviamente, mi resistencia es lo que lo hizo interesarse en mí en primer lugar.

Como un animal con instintos agudos, Killian debe sentir la disipación de mi lucha, porque profundiza más, su lengua devasta la mía hasta que gimo por el feroz poder.

Su beso es condenación en su forma más pura, y aunque pensé que él no era lo que quería, tal vez este monstruo es exactamente lo que necesito.

Una vez que siente que ha dejado claro su punto, Killian da un paso atrás, sus labios dejan los míos hinchados, hinchados y definitivamente con un corte que quema.

Luego, lentamente suelta sus dedos alrededor de mi garganta y me jala a su lado con un firme agarre en mi cadera, haciéndonos enfrentar a los demás.

Mi rostro se siente como una sauna cuando me doy cuenta de que el espectáculo anterior sucedió frente a sus amigos.

Mierda.

?Es demasiado tarde para disolverse en la nada?

Las cejas de Gareth se están arrugando. Jeremy está sonriendo y la boca de Nikolai está abierta.

—Ella es mía y, por lo tanto, está fuera de los límites —anuncia Killian con voz tranquila y amenazante, mirando fijamente a su hermano y su primo—。 Fuera de los malditos límites.

Y luego me echa sobre su hombro como un maldito hombre de las cavernas y me lleva arriba.

Empujo su espalda mientras la sangre se me sube a la cabeza.

—?Qué estás haciendo? ?Déjame!

—No se puede. Obviamente pensaste que salir a escondidas de mi cama como una maldita ladrona era una buena idea y tenemos que demostrar lo contrario.

Trato de patear mis piernas en el aire.

Zas.

Me congelo cuando la picadura se registra en mi culo. ?Me acaba de pegar?

Mis ojos se abren como platos y me quedo ahí, estupefacta, mientras él abre la puerta de su habitación de una patada y me arroja sobre la cama.

No me concentro en el dolor cuando lo miro.

—Deberías empezar a ser un hombre de las cavernas como un pasatiempo.

Killian cierra la puerta de una patada y avanza hacia mí con una expresión sombría.

—Cierra la puta boca, Glyndon. No querrás provocarme cuando me detenga de volver allí y asesinar a mi propio hermano y primo por estar tan cerca de ti.

Trago saliva, la gravedad de la situación hace que mi corazón se dispare.

—No lo harías, ?verdad?

—Dímelo ya que eres tú quien pensó que era una idea maravillosa hacer alarde de ti misma frente a ellos.

—Solo quería irme.

—No puedes irte cuando estás durmiendo en mis malditos brazos, Glyndon. Bajé la guardia porque estabas conmigo, pero debería haberlo sabido antes de confiar en un conejito intrigante. Tal vez te encadene a mí ahora. Pondré una campanilla alrededor de tu puto cuello para que pueda oírte salir. O tal vez un Taser para que nadie te toque mientras no estoy allí. —Se pasa una mano por el pelo—。 Mierda. Voy a volver, después de todo. El hijo de puta Nikolai no sangró.