Paso una mano por mi cabello mientras escucho el timbre por enésima vez esta ma?ana.
Cuando va al buzón de voz, me lo saco de la oreja y lo miro mientras toco la parte de atrás una, dos veces. Tres veces.
Tal vez debería haberla encadenado a mí, después de todo, para poder estrangularla cuando está siendo difícil sin razón.
—?No vendrás? —Stella, una colega con evidente cabello falso rojo, pregunta al salir de la escuela mientras carga su bata blanca.
Se suponía que íbamos a tener una clase de patología en la morgue, y eso normalmente sería lo más destacado de mi semana: ver el interior de los muertos.
No hoy, obviamente.
—Tengo cosas más importantes que atender. —Todavía estoy mirando mi teléfono y contemplando seriamente si sacudirlo obligará a quien está en el otro extremo a finalmente contestar.
—?Qué tal más tarde? Puedo darte el código de mi dormitorio. —Una mano toca la mía y eso es suficiente para que rompa mi híper concentración del teléfono.
Stella sonríe, pensando que llamar mi atención es algo bueno.
La única inteligente es la jodida Glyndon King. Ella nunca quiso mi atención. De hecho, intentó todo bajo el sol para escapar.
Ella aún no lo sabe, pero habrá un día en el que correrá en mi dirección, no al revés.
—?Cuándo te di permiso para tocarme? —pregunto en un tono cerrado, sin molestarme en enmascarar mi verdadera naturaleza.
Stella, a quien probablemente me follé una vez, y definitivamente sería olvidable si lo hiciera, se sobresalta y retrocede.
—Lo siento, solo pensé que estaba bien.
—Pensaste mal. —Paso junto a ella y me dirijo al estacionamiento.
Mis pies se detienen cuando encuentro a alguien apoyado contra la parte delantera de mi auto, con las piernas cruzadas y sus dedos jugando con una llave tan cerca de la pintura.
No muy lejos de él se encuentra una réplica.
Landon y Brandon King.
Aunque sus apariencias son idénticas, todo lo demás no lo es. Quien asumo es Brandon vestido como un ni?o remilgado con pantalones caqui y una camisa de polo. Su cabello también está peinado y parece recién salido de un equipo de lacrosse.
El cabello de Landon está desordenado, fuera de control, y usa jeans y una chaqueta de mezclilla, sin mencionar que la mirada en sus ojos es más desapasionada.
Más… vacía.
Probablemente tan vacía como la mía.
Interesante.
—Lindo auto —dice, aun dejando que la llave se cierna a unos centímetros de distancia como una forma de amenaza.
—Gracias —respondo con indiferencia—。 Es una edición especial.
—Impresionante —dice sin asombro alguno.
—Lo sé.
—Entonces también debes saber que lo destrozaré y luego tu vida si no te mantienes alejado de mi hermana.
Así que esto es sobre esa foto de Instagram. Pensé que molestaría a algunas personas, pero esto es mucho más rápido de lo que pensaba.
—Me encantaría ayudarte con eso, pero ?qué hago? —Muestro mi sonrisa de chico bueno—。 Viste lo mucho que estaba encantada con eso. Me refiero a mí.
—Eso no es cierto. —Brandon da un paso en mi dirección—。 Glyn nunca elegiría a alguien como tú, así que debes haberla coaccionado de alguna manera.
—?Alguien como yo? —Inclino mi cabeza—。 ?Te refieres a un estudiante de medicina de cuarto a?o a los diecinueve a?os, heredero de un imperio y líder en una de las universidades más prestigiosas del mundo? Ah, y el novio de tu hermana.
—No lo eres —dice Brandon.
—La negación es la primera etapa. —Sonrío—。 Estoy seguro de que eventualmente llegarás a la etapa de aceptación.
Un aplauso lento me hace mirar a Landon, que sonríe como un maníaco.
—Bravo. Estoy jodidamente llorando por tu actuación. —Su buen humor se desvanece junto con sus aplausos—。 Pero no me repetiré en otra ocasión. Deja ir a mi hermana o me inclinaré a emprender acciones contra ti, tu estatus de líder y tu jodido peque?o imperio. Una vez que termine contigo, te mirarás en el espejo y no te reconocerás. Tal vez entonces te des cuenta de que no deberías haberte metido con mi familia.