Reto entretenido.
Que se joda.
Saco mi teléfono de mi sostén en busca de la tarjeta que tengo allí y me detengo con la cantidad de notificaciones en la pantalla.
Ava: ?Dónde estás?
Cecily: Respóndenos.
Remi: ?Estás follando? Si o no. O gime en una nota de voz y lo tomamos como un sí y te dejamos en paz.
Annika: ?Cuáles son las posibles razones por las que Creighton me dejó en Visto las ultimas… cinco veces que le envié un mensaje de texto? A, me odia a muerte. B, él es así con todo el mundo.
Annika: Por favor vota B. Mi orgullo todavía está herido cuando dijo que hablo demasiado. ?Hablo demasiado?
Annika: Quiero decir, sé que sí, pero no tanto, ?verdad?
Annika: ?Dónde estás, Glyn? Estamos preocupados.
Bran: Llámame cuando veas esto.
Deslizo la tarjeta y hago una pausa cuando aparece un mensaje en mi pantalla.
Lan: ?Dónde diablos estás?
Trago.
Si bien Bran y yo hablamos y nos reunimos casi todos los días, Lan y yo no compartimos la misma relación. Solo pueden ser malas noticias si me está buscando.
—？Ahí está!
Me sobresalto en la entrada cuando estoy rodeada por tres chicas en sus pijamas, definitivamente esperando para tenderme una emboscada.
Ahí va mi plan de colarme, cambiarme de ropa, tomar mis libros e irme.
Paseo de la vergüenza será.
—Hola —digo con la suficiente incomodidad para estimular la vergüenza de segunda mano.
—Ningún hola. —Ava llena mi espacio, observándome con los ojos entrecerrados—。 Nos dejaste anoche, y apenas dormimos, muy preocupadas por ti solo para descubrir que estabas recibiendo la P.
Me ahogo con mi saliva.
—？Q-qué?
—？Estás bien? —Cecily me acaricia el brazo.
—No sé. —Honestamente, lo digo en serio.
—Yo tampoco lo sabría con Kill. Podrías estar en la monta?a rusa de tu vida o te encontraremos en una zanja en alguna parte. Sin intermedios. —Annika me toma en sus brazos—。 Abrazo. Estoy aquí.
—No vayas a consolarla. —Ava me arranca a Annika—。 Ella tiene mucho que explicar.
—？Alguien puede decirme qué está pasando? —pregunto, pensando seriamente que estoy perdiendo la cabeza.
—Revisa tu Instagram —dice Cecily en voz baja, casi como una disculpa.
Les doy una última mirada irónica, luego toco la aplicación de Instagram. La primera imagen que aparece en mi feed se publicó hace una hora y tiene más de cien mil me gusta y decenas de miles de comentarios.
Mis dedos tiemblan mientras miro la imagen inmóvil.
Es cuando Killian me besó contra las escaleras. Su mano está alrededor de mi garganta, la otra en mi cadera, y básicamente me está comiendo para la cena. Su pecho desnudo está pegado al mío y la forma en que me toca es tan posesiva que no hace falta decir qué tipo de relación tenemos.
Un extra?o vería esto y sabría que Killian no solo me está follando, sino que también es tan dominante y posesivo conmigo que nadie se atrevería a acercarse.
Lo consolidó con el pie de foto.
Fuera. De. Los. Limites.
—No, no lo hizo —susurro.
—？Lo hizo y también, también! Te etiquetó. Así lo vimos. —Annika toca la pantalla para mostrar el nombre de mi cuenta en la imagen.
—Todo el mundo podría ver esto —prácticamente estoy hablando conmigo misma—。 Como todos, incluyendo…
Salto cuando mi teléfono se ilumina con un mensaje de texto.
Lan: Hagámoslo a tu manera, princesita. No muestres tu cara cerca del hijo de puta o lo mataré.
25
KILLIAN
Renuncio a asistir a mis clases del día exactamente dos horas después de llegar a la escuela de medicina.
Y sí, son importantes y probablemente debería estar presente, aguantar el ambiente de ansiedad general de mis colegas y el ego de los profesores que se creen especiales solo por ser mayores y tener algo de experiencia.
La cosa es que estoy jodidamente distraído. Una emoción que no he experimentado… bueno, nunca. Tiendo a ser demasiado concentrado, metódico hasta el punto de eliminar cualquier necesidad de acción impulsiva.
Y, sin embargo, mis sistemas, mis patrones y la médula misma de mi vida están siendo perturbados por cierto maldito conejo.