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God of Malice (Legacy of Gods #1)(162)

Author:Rina Kent

Gareth levanta el pu?o y lo golpea en la cara. Reina jadea por la fuerza del golpe, y la sangre explota en los labios de Killian, pero no suelta a su hermano. En todo caso, su agarre parece volverse más fuerte.

Reina corre hacia ellos, pone una mano en el brazo de Killian y trata de sonar firme pero amable.

—Déjalo ir, Kill.

—Mantente al margen, mamá. Mi querido hermano y yo tenemos una cuenta que saldar.

—Lo estás lastimando.

—él me lastimó primero y esto es una venganza.

—Killian, por favor. —Sus dedos se clavan en su brazo, pero es como si ella no existiera.

—No ruegues por él, mamá. Simplemente no lo hagas.

—Deja ir a tu hermano, Killian. —Doy un paso adelante, acercándome a ellos a un ritmo constante.

Cuando no muestra ninguna se?al de escucharme, lo agarro por la nuca y lo tiro hacia atrás con suficiente fuerza para enviarlo volando contra la pared si lo suelto.

Pero no lo hago.

Porque por mucho que fui una persona violenta en mi juventud, ya no uso esa mierda, especialmente con mi familia.

Gareth se inclina, se golpea las rodillas con las palmas de las manos y tose. El color vuelve lentamente a su rostro a medida que su respiración se estabiliza. Reina le sirve un vaso de agua, de su minibar, él lo bebe de un trago.

Killian lo mira, su dedo índice golpeando frenéticamente su muslo.

—Qué chico de oro, Gaz —se burla, su tono a punto de explotar—。 Mírate siendo salvado por mamá y papá otra vez.

Aprieto mi agarre en su cuello.

—Ya basta.

—Sé que no me crees. —Gareth mantiene la cabeza en alto—。 Pero yo no lo hice.

—Tienes razón, no te creo. Porque, la última vez que te interpusiste entre nosotros, querías arruinarme a través de ella. Esta era tu oportunidad de hacer eso.

—Eso fue antes de darme cuenta de que ella es lo mejor que te ha pasado, imbécil. No necesitaba derribarte, porque me has dejado en paz desde que ella entró en escena. No tratas activamente de hacer mi vida un infierno como antes, y empezabas a parecer un ser humano decente. Pero tal vez solo me estaba enga?ando a mí mismo.

—Vete a la mierda tú y tu discurso de víctima. Está envejeciendo rápido.

—Killian Patrick Carson. —Reina golpea el suelo con el pie—。 Entiendo que estés molesto, pero no le hablarás a tu hermano en ese tono.

—?Molesto? —repite—。 Prueba jodidamente enfurecida, mamá. Tu querido hijo mayor le mostró a Glyndon algo que no debería haber visto y ahora se fue.

—Te dije que no le mostré eso. Incluso lo borré de los archivos. —La voz de Gareth se eleva con frustración—。 Pregúntale a Jeremy, él estaba allí y me dijo que enterrara el hacha. Además, no esperabas que se quedara en la oscuridad toda su vida, ?verdad? Eventualmente se habría enterado. Si no de mí, entonces de otra persona.

Killian se sacude en mi agarre en un intento de ir a la garganta de su hermano de nuevo.

—Cálmate —digo con una paciencia que no siento particularmente en este momento.

—Ahórrame la mierda. —Se zafa a la fuerza de mi agarre—。 ?Nunca quisiste que yo naciera? Maravilloso. ?Adivina qué, papá? Nunca quise ser tu hijo. Ahí está, lo dije, y ?sabes qué? Ni siquiera lo siento, mamá. Debí haberle dicho esto hace mucho tiempo.

Reina retrocede físicamente por la sorpresa, sus labios tiemblan como si finalmente estuviera viendo qué tipo de monstruo es en realidad su hijo.

El tipo que atacaría a su hermano, golpearía a su padre y destrozaría emocionalmente a su madre sin pesta?ear.

Pero ni siquiera puedo reunir la energía para decir te lo dije, porque las palabras de Killian y la ira detrás de ellas me toman completamente con la guardia baja.

Mi primer pensamiento con Killian es someterlo siempre de alguna manera, encadenarlo de alguna manera, derribarlo un poco para que nunca crezca completamente en lo que es.

Cuando me enteré por primera vez de sus tendencias, lo llevé a cazar y lo inscribí en deportes altamente competitivos. Le ense?é cómo canalizar esa energía destructiva y domarla, pero a menudo se salía de control.

Eventualmente se aburrió de reprimir su verdadera naturaleza y se rebeló. Golpeó a sus compa?eros de clase, se peleó con matones y envió a algunas personas a la sala de emergencias.