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God of Malice (Legacy of Gods #1)(4)

Author:Rina Kent

—Estás enfermo.

Levanta un hombro y sopla más niebla tóxica. Incluso la forma en que desliza los dedos contra el cigarrillo y fuma parece sin esfuerzo, cuando está encadenado por la tensión.

—?Es eso un no?

—Por supuesto que es un no, psicópata. ?Crees que moriría solo para que puedas tomar una foto?

—Una obra maestra, no una foto. Y realmente no tienes otra opción. Si decido que morirás… —La parte superior de su cuerpo se inclina hacia adelante y suelta los dedos de mi mu?eca, su voz baja a un susurro aterrador—。 Morirás.

Grito cuando mi pie casi cede y mis u?as se clavan en su brazo con una feroz necesidad de vida burbujeando en mis venas con la desesperación de un animal enjaulado. Un prisionero que ha estado en confinamiento solitario por a?os sangrientos.

Estoy bastante segura de que lo ara?é, pero si está herido, no muestra signos de incomodidad.

—Esto no es divertido —jadeo, mi voz ahogada.

—?Me ves riendo? —Sus largos dedos envuelven el cigarrillo y le da una calada antes de apartarlo de su boca—。 Tienes hasta que se me acabe el humo para darme algo.

—?Algo?

—Lo que sea que estés dispuesta a hacer a cambio de mi caballeroso acto de salvar a una damisela en apuros.

No paso por alto la forma en que acentúa la palabra caballeroso, o la forma provocativa en que usa las palabras en general. Como si fueran armas en su arsenal.

El batallón a su mando.

él está disfrutando esto, ?no? Toda esta situación que comenzó con mis intentos de olvidar me ha llevado a una pesadilla. Mi mirada se desvía hacia el cigarrillo a medio fumar y justo cuando estoy pensando en prolongar el tiempo, inhala lo que queda en unos segundos y tira la colilla.

—Tu tiempo se ha acabado. Adiós.

Empieza a soltarse de mi agarre, pero entierro más las u?as.

—?Espera!

No se produce ningún cambio en sus rasgos, incluso cuando el aire le despeina el cabello hacia atrás. Aunque estoy segura de que me siente temblando con la desesperación de una hoja que lucha por sobrevivir.

Nada parece tener ningún efecto sobre él.

Y me asusta.

?Cómo puede alguien ser tan… tan frío?

?Tan desapegado?

?Tan sin vida?

—?Cambiaste de opinión?

—Sí. —Mi voz tiembla incluso cuando intento sonar en control de mí mismo—。 Súbeme y haré lo que quieras.

—?Segura que quieres decirlo de esa manera? Lo que quiera podría incluir una serie de cosas que el público en general no ve con buenos ojos.

—No me importa. —En el momento en que esté en terreno seguro, estaré fuera de la órbita de este idiota loco.

—Es tu funeral. —Sus dedos se envuelven alrededor de mi mu?eca en un agarre despiadado y tira de mí desde el borde con desconcertante facilidad.

Es como si no estuviera colgando de un hilo hacia la muerte en este momento.

Como si el agua de abajo no abriera sus colmillos para masticarme entre ellos. Tal vez, solo tal vez, eso no sea algo bueno, considerando el diablo al que me enfrento.

Mi respiración áspera suena animal en el silencio de la noche. Intento regularla, pero es inútil.

Fui educada para tener una voluntad de acero y una presencia imponente. Me crie con un apellido que es más grande que la vida, y con familiares y amigos que llaman la atención donde quiera que vayamos.

Y, sin embargo, todo lo que sabía parece desvanecerse en este momento. Es como si me estuviera desvinculando de quien se supone que debo ser y transformándome en una versión que incluso yo no puedo comprender.

Y todo es por el hombre que está parado frente a mí. Sus rasgos están vacíos, sus ojos aún apagados y sin vida, y cada color sombrío en la paleta.

Si tuviera que ponerle un color, definitivamente sería negro, inexpresivo, frío y con un tono ilimitado.

Trato de liberar mi mu?eca de su mano, pero él aprieta su agarre hasta que estoy segura de que romperá mis huesos solo para mirar dentro de ellos.

Ha pasado solo un minuto desde que lo conocí, pero honestamente no me sorprendería si me rompiera la mu?eca. Después de todo, él quería tomarme una foto cayendo y muriendo.

Y si bien eso es extra?o, también es francamente aterrador. Porque lo sé, solo sé que este extranjero estadounidense podría hacerlo en un abrir y cerrar de ojos y no pensar en las consecuencias.

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