Home > Books > God of Malice (Legacy of Gods #1)(126)

God of Malice (Legacy of Gods #1)(126)

Author:Rina Kent

Me encanta tener este efecto en él.

—?Por qué no lo has hecho entonces? Debes haber tenido innumerables oportunidades, especialmente con amigos de la mafia.

—La sed de sangre me enturbia la cabeza y tengo poco control de los impulsos. Me niego a ser esclavo de mis impulsos, a dejarme gobernar por ellos y a desarrollar el mal hábito de satisfacerlos. Eventualmente, perderé el control y me encerrarán por ello, y eso simplemente no va a suceder. Así que reprimo tanto como puedo.

—?No es eso… doloroso?

—Mmm. Interesante elección de palabras. Juraría que te sentirías aliviada al saber que reprimo mis impulsos.

—No si sientes dolor.

él sonríe.

—Mira a mi conejito desarrollando sentimientos por mí.

—Cállate, solo estoy empatizando. Algo de lo que no sabes el significado.

—Banano, banana, es lo mismo. —Todavía está sonriendo—。 En cuanto al dolor, es mucho mejor que el dolor de perder el control. Ese es irrevocable, este es manejable.

—?Con qué frecuencia piensas en matar?

—Al día, veinticuatro veces. A veces más en ciertas situaciones irritantes. últimamente, es menos.

No me detengo en estar sorprendida por el alto número, porque hay algo más importante.

Pueden disminuir.

—?Cómo disminuyó el número?

—Con tu presencia.

—?Q-qué?

Desliza la otra mano alrededor de mi garganta y tira de mí para que su frente descanse contra la mía y puedo ver el contorno de sus labios y las líneas afiladas de su mandíbula.

Killian me inhala, lentamente.

—Haces que los demonios se vayan, aunque sea temporalmente.

—?Cómo?

—No lo sé. Lo que sea que estés haciendo, sigue haciéndolo. Me gusta lo tranquilo que es aquí arriba. —Se toca el costado de la cabeza.

Estoy tan incrédula y conmovida que siento que se me humedecen los ojos.

—?No te hago reprimirte más porque soy diferente a ti?

—Al contrario, traes el silencio. Un largo puto silencio.

—?Eso significa que soy única? —bromeo.

—?Crees que gastaría tanto tiempo y esfuerzo en un conejito exasperante como tú si ese no fuera el caso?

—Vaya. Encantador.

—Lo sé, gracias.

Pongo los ojos en blanco, pero no resisto el impulso de sonreír.

—Te dije que dejaras de hacer eso.

—No, dictador.

él gru?e.

—Tú y esa maldita palabra no. Te juro que te la voy a sacar de tu sistema uno de estos días.

—Puedes probar. —Hago una pausa y luego me aclaro la garganta—。 Entonces, tengo una pregunta hipotética.

—No la preguntes.

—Vamos. Soy curiosa.

—Dispara.

—Si un día elijo a alguien más que a ti, ?me dejarás ir?

—Le cortaría la garganta, te obligaría a mirar y luego te reclamaría en su sangre.

Un escalofrío me recorre.

—?Qué pasó con la represión?

—No en esa situación hipotética. —Su voz se oscurece—。 ?Estabas contemplando convertirlo en realidad, cari?o? ?Mmm? ?Crees que eso me alejará de ti?

—No, quiero decir, Cherry dijo que si elijo a otra persona, nunca me volverás a tocar.

—Eso se aplica a todos los demás menos a ti. Escucha atentamente, cari?o. Nunca te dejaré ir.

Un escalofrío me recorre, pero en vez de miedo, la sensación que me invade es tan parecida al alivio.

Un chorro de agua nos empapa y jadeo, alejándome de Killian.

—Yo digo que, ?ustedes dos consiguen una puta habitación o entran aquí! —Nikolai, el culpable, grita.

—Vuelvo enseguida, cari?o. Dame cinco minutos para matar al hijo de puta. —Killian se quita la camisa mojada y salta a la piscina, y me río mientras lucha con su primo en el agua, con Jeremy y Gareth tratando de detener la pelea.

Mi teléfono vibra y creo que es Cecily ya que prometí ir de compras con ella.

En cambio, encuentro un texto.

Número desconocido: Cuidado con quién fraternizas, perra.

28

KILLIAN

—Duerme bien y ten un sue?o erótico en el que me coma tu co?o apretado para la cena, cari?o. —Miro a través de la ventanilla de mi auto—。 O llenarlo con mi semen. Cualquiera de los dos serviría.