—Estoy aquí por mi hermana, y si hubieras intentado dejarme fuera, habría quemado todo este maldito lugar, después de sacarla, por supuesto. También recibí un mensaje de texto. —Busca su teléfono y me muestra un mensaje de texto de un número desconocido.
Escupimos sobre tu tumba.
Se adjunta una foto de Glyndon, toda maltratada, con una máscara de calavera a su lado.
Estos hijos de puta claramente quieren morir jóvenes.
—Quiero participar en lo que sea que estés planeando —me informa Landon.
—?Y qué te hace pensar que te dejaré?
Se coloca frente a mí para que nos miremos el uno al otro.
—No estaba preguntando, Carson. Estaré adentro te guste o no. Podría haber hecho esto por mi cuenta, involucrar a mi club y borrar esa escoria de la faz de la tierra, pero tú tienes más información sobre los Serpents que yo, y esta operación no se trata de un rencor trivial, así que necesita ser minuciosa. Nadie se mete con mi hermana, ni siquiera tú, ?me oyes?
—?Es esa tu forma de pedir ayuda?
—Como dije, no estaba preguntando. Estaré dentro, incluso si tengo que secuestrar su operación.
—No reacciono bien a las amenazas.
—Y no reacciono bien cuando me mantienen fuera.
Nos miramos el uno al otro por lo que parece una eternidad antes de que Brandon interrumpa:
—?No se puede tratar esto de otra manera?
—?Quieres decir que en lugar de decapitarlos, los cortamos en pedazos? —digo.
Se estremece.
—No, ?quise decir llamar a la policía como personas civilizadas reales?
—A la mierda con la policía.
—Esto es personal —dice Landon.
—No estoy seguro si debería estar contento o asustado de que ustedes dos estén terminando las oraciones del otro. —El rostro de Brandon está lleno de horror—。 ?Qué tal si negocian con los Serpents para entregar a quien haya hecho esto a Glyn para que ambos puedan evitar la guerra? Obviamente es el trabajo de un solo hombre.
—No, quiero todas sus cabezas —dice Landon.
—Estoy de acuerdo con el hijo de puta. —Se?alo con el pulgar en su dirección—。 Vigílala y avísame si pasa algo. Hay alguien de quien debo ocuparme primero.
Salgo de la habitación y agarro a Gareth por el cuello.
—Tú sígueme.
Landon camina a nuestro lado, con las manos en los bolsillos y la expresión en blanco.
Lo miro de reojo.
—?Necesitas algo?
—Es difícil de hacer, pero finge que no estoy aquí.
Lo ignoro porque tengo cosas más importantes de las que ocuparme.
Mis pasos son ligeros, casi inaudibles, mientras caminamos hasta la casa anexa. En el que pueden quedarse los nuevos miembros. Solo se les permite entrar en la casa principal durante una fiesta o si los invitamos.
Una figura menuda vestida con pantalones negros y una sudadera con capucha se desliza hacia la entrada trasera.
—?No se suponía que debía estar encerrada? —le pregunto a Gareth.
—Lo estaba, desde que volamos aquí, pero obviamente usó algún truco para persuadir a los guardias de que la dejaran ir.
Acelero el paso, la agarro por la sudadera y tiro de ella hacia atrás con la fuerza suficiente para hacerla chillar. Su cabello rubio te?ido cae desordenado mientras me paro detrás de ella como la Parca.
Mis dedos se aprietan y la estrangulo con la sudadera con capucha hasta que su cara se pone roja.
—?Vas a algún lado sin decir adiós, Cherry? Estoy tan herido que probablemente lloraré en mi almohada más tarde.
Aflojo mi agarre pero no la suelto, y ella tose mientras me mira, luego exhala,
—Killer.
—Tu asesino3 seguro. ?Pensaste que no me enteraría de tus estúpidos jueguitos?
—Yo… yo no sé de lo que estás hablando.
—Sabes exactamente de lo que está hablando —gru?e Gareth—。 Me usaste para llegar al club y obtener acceso a los paneles de comunicación interna.
—Luego robaste imágenes de seguridad y las filtraste afuera. Ah, e invitaste a Glyndon a la iniciación a través del panel interno con el acceso de Gareth.
Un hecho que me admitió después de que llevé a Glyndon a la casa. Aparentemente, quería decirme esto en el avión ya que tenía sus sospechas sobre quién podría tener acceso a los registros de seguridad interna.