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God of Malice (Legacy of Gods #1)(72)

Author:Rina Kent

—Sin tocar, solo tu boca.

Mi ce?o se arruga y dejo que mis manos caigan a cada lado de mí. Pareciendo complacido de que abandone la idea de tocarlo, Killian se quita la máscara de la cara y la tira.

Y me arrepiento de mis palabras de antes.

Un rastro de sangre brota de su sien, sobre sus párpados y baja por su mejilla y mandíbula, dándole un toque sorprendentemente peligroso.

Probablemente lo consiguió durante toda la cacería, pero no es por eso que me arrepiento de haberle dicho que me mostrara sus rasgos, es su cara, maldita sea.

Y lo absolutamente guapo que es.

Si antes se veía espeluznante, ahora es un monstruo francamente cruelmente hermoso mientras entra y sale brutalmente de mi boca.

Definitivamente no es del tipo que termina rápido, incluso con el ritmo enloquecedor al que va.

Ahueca mi mandíbula y luego usa un dedo para limpiar mi labio inferior.

—Me encanta tu boca cuando está llena de mi polla. Eres mi peque?o agujero de semen perfecto, ?no?

Lógicamente, debería estar ofendida, pero sucede exactamente lo contrario. Mi co?o se aprieta y froto mis piernas juntas por la sorpresa y la vergüenza.

—Esta boca me pertenece ahora y me dejarás usarla cuando quiera, ?no? —Aprieta su agarre en mi mandíbula y me obliga a asentir—。 Eso es un “Sí, Killian, mi boca y todos mis agujeros son tuyos para usar y llenar con semen”。

Creo que voy a llegar al orgasmo solo con sus sucias palabras.

?No podría tener un comentario sobre todo? Aunque definitivamente estoy al borde de la forma oscura, erótica y, sin embargo, completamente casual en que dice cosas así.

Es como una especie diferente por sí solo.

Me duele la mandíbula por el tiempo que he estado chupándolo. Claramente lo está disfrutando, a juzgar por los gemidos y el ocasional “Así, cari?o”。 Pero no hay se?ales de que termine pronto.

Su ritmo es una locura y no puedo evitar estar en trance y goteando en mis bragas con solo ver su placer. ?Es normal que la idea de su orgasmo sea suficiente para que me acerque a mi propia liberación?

Killian sale de mi boca y creo que se correrá, pero luego nos maniobra para que quedemos acostados de lado. Luego empuja de nuevo. Todavía me duele la mandíbula, así que me estremezco y casi lo muerdo.

Me detengo, mis ojos se agrandan.

—Sin dientes. Hazlo bien, conejito. ?A menos que quieras que cambie a tu co?o en su lugar? —Sacudo la cabeza y retomo el ritmo.

él gime y dejo escapar un suspiro, pero se me queda atascado en la garganta cuando me baja los pantalones cortos y las bragas.

No me doy cuenta de lo que está pasando hasta que un fuerte sonido de succión hace eco en el aire. Jadeo alrededor de su polla mientras todo mi cuerpo se enciende.

—Detente y me detendré —susurra contra mis pliegues—。 Odiaría ver que este peque?o y apretado co?o quede insatisfecho.

Reúno todo lo que hay en mí y chupo con tanto entusiasmo como físicamente puedo.

Me da besos en los pliegues y luego los chupa con la pericia de un malvado dios del sexo. No estoy completamente acostumbrada a eso cuando él lame todo el camino hasta mi raja y luego hacia abajo de nuevo. él susurra contra mi piel más sensible:

—Qué rápido aprende, mi Glyndon.

Luego introduce su lengua dentro de mí y pellizca mi clítoris.

No sé si es eso o la forma en que me llamó su Glyndon, pero me corro sin control, sin un ápice de vergüenza.

Mis caderas se sacuden en su boca diabólica mientras él sigue empujando dentro y fuera. Mis gemidos son amortiguados por su polla y es tan erótico que no puedo evitar lamer mientras gimo.

Creo que a él también le gusta, porque lo siento tensarse dentro de mi boca con cada gemido.

Killian desliza su lengua completamente fuera de mi co?o y aprieto, como si tratara de mantenerlo allí.

—Sabes como mi nueva comida favorita. —Se desliza de entre mis labios, me agarra por el cabello y tira de mí para sentarme. Mis ojos se agrandan cuando se pone de pie y embiste en mi boca de nuevo con una crueldad que me deja sin aliento.

—Tan jodidamente bueno —murmura entre embestidas despiadadas—。 No es mala idea saciarte primero. Estás rebosante de sexualidad y te pareces cada vez más a mi nuevo juguete sexual favorito. La dulce ni?ita que nunca antes había chupado una polla, nunca antes había tenido sexo, ahora está siendo follada profundamente en la boca por mí. Te gusta cómo estoy confiscando todo tu control y usándote para correrme. De hecho, lo amas tanto que estás apretando las piernas por otro orgasmo.

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