Me congelo, dándome cuenta de lo que he estado haciendo, y la risa oscura de Killian llena nuestro entorno.
—Mírate siendo toda adorable. —Con una mano en mi cabello, golpea una última vez y puedo sentirlo ponerse rígido antes de que un sabor salado explote en la parte posterior de mi garganta.
Killian mantiene su polla muy adentro mientras trato de tragarme todo.
—Eso es —reflexiona—。 Hasta la última gota. Pierde una y empezaremos todo de nuevo.
Sus ojos brillan con oscuro sadismo y extra?a satisfacción mientras hago lo que dice, en parte porque no me importa esta vez.
En parte porque en realidad no tengo elección.
Recoge su teléfono mientras limpia un chorro de semen de mi barbilla con sus dedos antes de empujarlos dentro de mi boca nuevamente, luego susurra:
—Puedes esconderte de todo el mundo, pero no necesitas hacerlo frente a mí, cari?o.
Flash.
17
GLYNDON
Me toma unos minutos acomodar mi ropa. Mis dedos tiemblan y la temperatura de mi cuerpo no parece recibir la nota de que los tiempos divertidos han terminado.
Killian ya se ha vestido, luciendo tan perfecto como el diablo e igual de hedonista.
Pareciendo notar mi lucha, sutilmente aparta mi mano y desliza mi sostén sobre mis senos.
—Debo decir que prefiero desvestirte.
—？Por qué no estoy sorprendida?
—Porque estás empezando a conocerme mejor.
—Dices eso como si fuera un privilegio.
—？No lo es?
—No. Solo estoy aprendiendo sobre ti para saber cómo tratar contigo.
—Conejito inteligente. —Deja que las correas se azoten contra mis hombros, bajando la voz—。 Maldito rojo.
Mi estómago se contrae, reaccionando instantáneamente al cambio de su tono.
Lo miro por debajo de mis pesta?as mientras continúa arreglando mi ropa. Pero no importa cuánto mire, realmente no puedo leer su expresión. Es el peor enigma que jamás haya caminado sobre la tierra, y me pregunto qué estará pensando en momentos como estos.
Definitivamente no está pensando en las implicaciones emocionales de sus acciones, considerando que carece de emociones y parece feliz con el hecho.
Es due?o de esa parte de él, se enorgullece de ella y la usa para cometer actos depravados como la cacería de esta noche.
Como noquear a esas personas y rastrearme como si fuera un animal.
?Me sentiría alguna vez más que un animal en su presencia? ?Y qué puedo hacer para que pierda el interés? Si Eli y Lan son una indicación, entonces su tipo tiene poca capacidad de atención para todo.
A menos que estemos hablando de Eli cuando se trata de Ava.
O Lan cuando se trata de esculpir.
Pero esas obsesiones comenzaron bastante jóvenes tanto para Eli como para Lan. Básicamente, crecieron con sus personalidades, por lo que no se pueden comparar con la repentina fijación de Killian por mí.
Eventualmente se aburrirá y pasará a otra alma desafortunada.
él tiene que hacerlo.
O de lo contrario estoy total y absolutamente condenada.
—？Qué estás pensando? —Su suave voz se arremolina a mi alrededor mientras engancha sus dedos contra el borde de mi camiseta y me tira contra él. Estoy empezando a darme cuenta de que le gusta tocarme constantemente de alguna manera.
—Un efecto que Cecily mencionó una vez.
—？Y qué es eso?
—？Alguna vez has oído hablar del efecto puente colgante? Es cuando las personas experimentan respuestas psicológicas relacionadas con el miedo, pero las etiquetan erróneamente como excitación romántica. Creo que el término real se llama atribución errónea de excitación.
Sus dedos acarician la piel de mi estómago en un movimiento circular, y tararea.
—Déjame adivinar. ?Tu peque?o cerebro ocupado estaba pensando en eso como una forma de no desearme realmente?
—Estoy bastante segura de que no te quiero. Te dije. Mi reacción hacia ti es probablemente que juzgo erróneamente el miedo y la ansiedad como excitación. Piénsalo. Cada vez que me tocas, me asusto de alguna manera.
Cuanto más hablo de ello, más sentido tiene. De ninguna manera querría voluntariamente a este bastardo que carece de un hueso humano en su cuerpo.
—？No eres tú la inteligente? —Me tira de la camiseta y me estrello contra su pecho con un grito. Levanta la otra mano y mete un mechón de cabello detrás de mi oreja. El gesto parece cari?oso pero se siente amenazante—。 ?Y qué si es miedo? El punto es que tú me deseas.