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Perfectos mentirosos (Perfectos mentirosos #1)(116)

Author:Alex Mirez

En serio, tenía muchísimas ganas de dejarlo hacerme lo que quisiera, pero no estaba bien. No podía. Eso nunca estuvo en mis planes y no debía a?adirlo ahora.

—No, esto no puede pasar, Adrik —solté con rapidez, agitada—。 No puede. Tengo que irme.

Lo empujé para apartarlo de mí. Se enderezó en el sofá, confundido. Tenía el pelo hecho un lío, los labios entreabiertos, la respiración acelerada y un bulto enorme en el pantalón que me tentó…, pero me mordí los labios con muchísima fuerza para contenerme y me puse en pie.

—?Qué? ?Por qué? —preguntó, desconcertado, siguiendo cada uno de mis movimientos mientras yo recogía la camisa para ponérmela—。 ?He hecho algo que no te ha gustado?

—No, no es eso, Adrik, es que no tiene sentido porque… —intenté explicar, pero entre ponerme la camisa y buscar mis cosas no sabía cómo pronunciar las palabras—。 Tengo que irme.

él se levantó del sofá y me interceptó cuando me dirigía a la puerta. Tragué saliva apenas contemplé su enormidad ante mí. Joder, quería seguir. Quería volver a besarlo, engancharme a él, retenerlo la noche entera, pero me aguanté. Sabrá diosito cómo pude contenerme, pero logré reprimir el impulso de abrazarlo.

—No te vayas, explícamelo —me pidió. No lo entendía. No entendía nada. Comprobé en sus ojos que su desconcierto era genuino—。 Somos adultos, Jude. Si me dices las cosas, yo las entenderé y las resolveremos.

Mierda. Me gustaba mucho. Me gustaba que no se anduviera con rodeos. Me gustaba que fuera directo, sin filtros, que no jugara.

No tenía problemas en enfrentar las cosas. Yo tampoco, hasta que tenía que enfrentarlo a él.

No podía negar que todo había cambiado. Lo veía distinto y al mismo tiempo lo veía como el hermano del tipo al que pretendía destruir. Como uno de los Cash.

—Lo siento —dije con voz temblorosa—。 De verdad.

Con rapidez lo rodeé y salí del apartamento. Lo escuché llamarme. Pronunció mi nombre. Me pidió que esperara, que no me fuera así. El corazón me latió con fuerza, pero corrí escaleras abajo, alejándome de lo mucho que me tentaba.

?Sabes? Yo también he leído esas historias en las que el chico abandona a la chica por su propio bien. Creo que son las más comunes. Sí, lo son. Quizá habría sido más fácil acostarme con él y que luego él me abandonara sin explicación alguna, solo porque no quería lastimarme con los fantasmas de su pasado.

Pero, de nuevo, las cosas son diferentes para mí.

El problema no era Adrik.

Y tampoco estaba huyendo para protegerlo, huía para protegerme.

Porque él no mentía…

La mentirosa era yo.

23

Algunos no saben nada mientras

que otros lo saben todo

Cuando me llegó el mensaje de Aegan a las ocho de la ma?ana del día siguiente, me asusté.

?A las diez en el club.?

Y cuando Artie entró en mi habitación de golpe, con su móvil en mano y dijo sorprendida:

—Aegan me ha invitado al club.

Pues me asusté el triple.

Tuve la sensación de que Aegan ya lo sabía todo: que yo había estado en el conducto de ventilación oyendo su declaración de asesinato y que, además, Adrik le había contado que había ido a su apartamento, porque a fin de cuentas sus lazos de sangre importaban más que una chica. Tuve la sensación de que todo era un plan: Aegan me estaba citando en el club para avergonzarme de nuevo delante de todo el mundo, para ponerse delante de todos y decirme: ?Caíste redondita, Derry?.

Bien. Había sido descubierta y estaba lista para ser expuesta.

Y todo era por mi culpa, porque ??qué demonios había pasado conmigo la noche anterior?! Fue como si mi cuerpo se hubiera desconectado de mi cerebro, de cuyo tama?o ya dudaba. Le había dicho a Adrik cosas (innecesarias) y luego nos habíamos besado efusivamente mientras que casi nos desnudamos en el sofá. Eso hasta que una chispita de conciencia me gritó: ????No la cagues más!!!?, y solo los dioses saben cuánto me había costado parar e irme.

Eso había sido un delicioso error. Ahora, ?cómo demonios fingiría que no había pasado nada? ?Cómo podría plantarme frente a Aegan y al mismo tiempo mirar a Adrik a la cara? ?Cómo iba a ocultar lo mucho que me ardía la piel al pensar en el cuerpo de Adrik sobre el mío y en su respiración acelerada por… mí?