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Perfectos mentirosos (Perfectos mentirosos #1)(117)

Author:Alex Mirez

Aunque, a ver, a ver, Adrik sabía que yo ?salía? con Aegan, ?no? Aun besándonos en el sofá, aun admitiendo que no quería dejar de tocarme, seguro que fue consciente de ese detalle, así que ambos lo habríamos traicionado.

La culpa no era del todo mía, ?eh?

O eso quise hacerme creer para no morirme de un ataque de ansiedad.

Bueno, solo había una solución. Tenía que recurrir a mi vieja confiable: fingir que todo estaba bien, que nada había pasado.

Me ba?é y me preparé para la jornada. Me fui con Artie al club. Al llegar fuimos directas a la zona de la piscina. Mi nerviosismo me había hecho pensar que habría mucha gente, pero no. Nada de chicas en biquini ni de chicos con bebidas. En una de las mesas solo estaban Owen, Aleixandre, Laila, Aegan y, por desgracia, Adrik.

Mi corazón se aceleró de temor. Aegan estaba de pie, hablándoles a todos. Todavía no oía qué les decía, pero Adrik estaba sentado con el codo apoyado en la mesa y la cara apoyada en su mano, notablemente fastidiado de estar ahí. Se dio cuenta antes que nadie de que yo me acercaba a la mesa y por un instante nuestras miradas se encontraron. No hubo nada descifrable, ninguna emoción.

Solo pensé: ?Estoy jodida?.

Quizá por eso me tomó muy desprevenida que al llegar a la mesa Aegan se girara hacia mí y dijera:

—?Aquí está la chica que me vuelve loco!

Y antes de que yo pudiera decir algo, puso ambas manos en mi rostro y me plantó un beso en la boca.

Sí, mi primer beso con Aegan fue en ese instante, delante de todos (o, mejor dicho, delante de Adrik), sin que yo me preparara mentalmente para aceptarlo.

Ahora seguramente quieres saber cómo fue o cómo me sentí, ?no? Bueno, ese fue el beso de un experto. Cientos de bocas selladas por Aegan Cash podían confirmar que no había nada que criticar. Un beso así le habría derretido las piernas a cualquier otra chica. La manera en que abrió mis labios fue exigente, pero astuta, como la forma en que un tirano le roba la libertad a un país: ni siquiera te das cuenta hasta que sucede, y entonces ya no hay vuelta atrás, el mal está hecho.

Tal vez por eso no lo procesé con rapidez. Solo supe que Aegan me besó y luego mi mente intentó comprender que habíamos compartido saliva, que finalmente había sucedido lo que no había querido que sucediera, que había besado a un asesino. ?El asesino.?

Cuando su rostro se separó del mío, él me miró con una ancha, perfecta y diabólica sonrisa. Me quedé pasmada.

—?Me has echado mucho de menos todos estos días que no nos vimos? —me preguntó.

Cierto, no nos habíamos visto oficialmente desde hacía varios días, pero yo, atónita, me quedé mirando el vacío. El único pensamiento en mi cabeza fue:

?Adrik.?

Adrik me miraba. Sentía todo el peso de sus ojos sobre mí. El resto también me estaba mirando, pero no como él, no de la misma forma. Como una cobarde, no me atreví a levantar la vista hacia él.

—Bueno, ?y por qué nos has citado aquí? —le preguntó Owen a Aegan, relajado en la silla—。 Iba a cortarme el cabello y tuve que cancelarlo.

—Oh, no; no lo hagas —le dijo Laila, alarmada—。 Así te queda perfecto.

Owen la ignoró de forma extra?a.

Aegan se frotó las manos, entusiasmado por poder hablarnos a todos. Yo no estaba segura de poder soportar alguna otra sorpresa más; temía desmayarme.

Lo soltó:

—Esta ma?ana la rectora ha anunciado que se adelantará la feria de los fundadores y que empezará este viernes.

Oh, no.

?Nononono!

??El viernes?! ?Faltaban solo dos días!

No me desmayé porque me esforcé en seguir de pie.

Pero Aegan continuó hablando; aún había más.

—También me han pedido que haga el discurso de apertura —reveló, feliz.

—?El mismo que dio papá en su último a?o! —exclamó Aleixandre con alegría por su hermano.

Owen alzó un vaso con agua que había sobre la mesa en se?al de felicitación. Laila le dedicó un peque?o aplauso. Solo Artie y yo no dijimos nada. Adrik, ni idea. Aegan asintió a todo, orgulloso, pero luego se puso serio.

—También me he enterado de que él estará viendo el discurso en vivo y en directo —agregó—。 Por esa razón necesito que todo salga perfecto, así que he decidido que ustedes sean el comité de organización de la feria. Ya casi todo el trabajo está adelantado, pero…