—Creo que es bastante tarde —les dije con mi voz más tranquila—。 Si volvemos a esta hora a nuestro apartamento, nos van a sancionar. ?Creen que Artie y yo podemos dormir aquí esta noche?
Era cierto que llegar fuera de la hora límite a los apartamentos de mi sección tenía su castigo, pero no era tan grave. Mi intención al quedarme era averiguar el misterio del mensaje de texto.
Aleixandre compartió una mirada con Owen que no logré identificar. Se transmitieron algo, pero no entendí qué. Luego me sonrió.
—Claro, pueden usar mi habitación —aceptó con amabilidad—。 Yo usaré la de Aegan, porque no creo que regrese esta noche.
—Pero no le desordenen nada —aconsejó Owen con una pizca de burla—, que luego se desmaya.
Aleixandre tenía un grave problema con la limpieza, estaba confirmado. ?Tal vez un TOC?
De todas formas, le ense?ó el dedo de en medio a Owen.
En mi mente: ?Muy bien, pasaré la noche en el apartamento de los Cash?.
Las horas pasaron y todos en el apartamento se fueron a dormir.
Artie había caído muy rápido. Estaba acostada al otro lado de la cama, ya en fase REM, con la boca medio abierta. Yo no podía pegar ojo. Llevaba rato enviándole mensajes al número desconocido: ??Quién eres??, ??Por qué me escribes??, ??Qué significa tu mensaje??, ??Y ahora qué hago??. Incluso le llamé, pero nadie respondió. El número ni siquiera estaba registrado en WhatsApp. Qué misterioso…
Me llegó un mensaje de repente:
?Ve a la habitación del fondo. No hagas ruido?.
Por un instante consideré que fuese el mismo Aegan haciéndome una broma, así que, dispuesta a enfrentarme a él, me levanté de la cama, me acerqué a la puerta, la abrí con cuidado y me asomé al peque?o pasillo. No había nadie. Ni se oía nada.
Caminé descalza con mucho cuidado por el pasillo. Llegué hasta la puerta misteriosa, que era la última. Inserta música de misterio —?chan, chan, chaaan!—, porque estaba medio abierta, como esperando que alguien la atravesara.
Me quedé mirándola un momento. El silencio de la noche alrededor, la oscuridad de la sala de estar al otro lado y la soledad del pasillo me hicieron sentir un poco de miedo, pero no podía hacer otra cosa que arriesgarme.
Pasé. En el interior, oscuro, silencioso, sombrío, no había nadie. Ni rastro de Aegan. Entonces, ?no era una broma? Busqué un interruptor en la pared. La luz me permitió ver que una cortina cubría la ventana y que el dise?o se parecía al de la habitación de Aleixandre. La cama estaba hecha y las cosas bien ordenadas. A simple vista, no había nada extra?o, pero por alguna razón sentí un escalofrío, como si ese cuarto no fuese parte del apartamento, como si hubiese algo menos acogedor allí, tal vez un aire frío o esa gelidez que deja una persona al desaparecer por razones trágicas.
Bueno, extra?a persona de los mensajes, ya estaba ahí. ?Y ahora qué?
Tras enviarle un mensaje preguntándole eso mismo, su respuesta fue:
?Busca?.
Oh, tenía que buscar algo. Vaaale, qué escalofriante. Aun así, empecé a recorrer la habitación con curiosidad, aunque tampoco había muchas cosas. Un tocador debajo del cual había un par de zapatos con calcetines. Eran masculinos. No supe identificar a cuál de los hermanos pertenecían. Podían ser de cualquiera de los tres, pero si estaban ahí debía de ser porque alguno de ellos entraba a menudo. ?El que fuera dormía allí? ?Estudiaba allí? ?Qué hacía?
También había un armario.
Apenas lo abrí, retrocedí.
Dentro había ropa de chica.
Estaba perfectamente colgada, y parecía que no la hubieran tocado desde hacía mucho tiempo. El corazón se me disparó con tanta fuerza que lo escuché en mis oídos. Sí, solo era ropa femenina, pero fue como si un viento gélido saliera de ella y me envolviera. Me asusté.
?Y si alguna vez fue ropa de Eli? ?Y si había vivido con Aegan? Los Cash siempre tenían el mismo apartamento, eso me lo había contado Dash. El a?o anterior, Eli pudo haber vivido ahí con su novio.
?Acabo de ver ropa de chica?, le escribí al desconocido de los mensajes.
?Busca?, respondió.