Home > Books > Perfectos mentirosos (Perfectos mentirosos #1)(71)

Perfectos mentirosos (Perfectos mentirosos #1)(71)

Author:Alex Mirez

Pero ??podía ser más claro, por favor?! Yo no tenía el cerebro de Sherlock Holmes. Si no era eso lo que debía ver, entonces, ?qué?

Temiendo ser encontrada, comencé a rebuscar con mayor nerviosismo. Abrí cajones, miré debajo de la cama, aparté la ropa, hasta miré dentro de los zapatos.

La respuesta estaba en el espacio que se creaba entre el colchón y la base de la cama. Esa delgada rendija ocultaba nada más y nada menos que un cuchillo y un peque?o bote de gas pimienta, ambos cerca de la cabecera.

Miré las dos cosas con extra?eza. Cuchillo, gas pimienta, ocultos…

Oh, Dios, ?y si Eli tenía eso escondido en su cama para protegerse? ?Y si quería protegerse de… Aegan?

Le envié un mensaje al desconocido diciéndole lo que había encontrado. Esperé, pero no me respondió. Supuse que había dado en el blanco.

Volví a dejar las cosas en su lugar, más asustada que antes, y salí de la habitación con rapidez. Todo tenía sentido para mí. Eli había tenido miedo de alguien (posiblemente de Aegan) y había alquilado un auto para escapar. ?Acaso él era violento? ?Y si le hacía da?o alguna vez? Ella debía de estar escondida en algún lugar.

Me puse una mano en el pecho, algo agitada. Todo era demasiado fuerte e interesante al mismo tiempo.

En plan de volver a la habitación de Aleixandre para seguir pensando, noté que otra de las puertas estaba abierta sin nadie dentro…

La idea bailó sensualmente en mi mente hasta que me convenció y me acerqué a echar un vistazo, porque, si habría encontrado algo en la habitación anterior, ?tal vez encontraría algo en esa?

Bueno, ni idea, pero era la habitación de Adrik. No tardé ni un minuto en deducirlo. Había un armario con puertas corredizas, una estantería llena de libros contra una pared y un escritorio, pero todo estaba desordenado de forma interesante: repleto de hojas viejas, nuevas y arrugadas; libros abiertos, cerrados, apilados, ordenados, acumulados… También había lápices, instrumentos de dibujo, revistas, objetos de exploración, un mapamundi, un enorme póster con información de criaturas marinas y ropa de equitación por todos lados.

Parecía el lugar privado de un filósofo de más de cien a?os con experiencias infinitas y aflictivas, incluso flotaba un ligero olor a él, y quizá a pedo…, pero bueno, todo es imperfecto en el universo de los chicos.

Algo en específico me llamó la atención mientras curioseaba. Sobre una pila de libros en el escritorio, había una fotografía. No tenía marco, solo estaba puesta ahí como si él la hubiese sacado para mirarla. Mostraba a una chica utilizando un hula hoop. Era, de hecho, una chica muy guapa. Tenía el cabello largo y casta?o, los ojos de algún color oscuro y sonreía tanto que parecía en extremo feliz. Hubo algo en su rostro que me resultó familiar, pero no logré recordar por qué.

Me pregunté si era su novia, pero ?también iba a Tagus? Ni siquiera la había visto.

De pronto escuché pasos y algunos murmullos. Alguien se acercaba por el pasillo. Solté la foto y de pronto no supe qué hacer porque si salía me verían y podía verme en un gran problema por husmear. Miré hacia todos lados con desespero y el armario pareció ser lo único suficientemente grande para ocultarme, así que deslicé la puerta y me metí al mismo tiempo que oí a Adrik decir:

—Hablaremos de eso ma?ana, Aleixandre, no fastidies a esta hora.

Lo bueno fue que desde mi lugar entre la ropa colgando y sobre una fila de zapatos, podía ver lo que ocurría fuera a través de las delgadas rendijas de la puerta de madera.

Adrik cerró la puerta de la habitación y avanzó hacia la mesilla de noche. Cogió su teléfono y lo revisó. Pasó como un minuto, durante el cual asumí que debía de estar viendo Instagram, y después comenzó a quitarse los zapatos, todavía sin soltar el móvil. Luego arrojó los zapatos por ahí y se quitó la camisa.

Solo podía pensar: ?Dios mío, va a desnudarse. Se desnudará, y yo estoy escondida en su armario como una auténtica psicópata?.

Me apreté más la boca, pero seguí mirando. De hecho, hasta me sorprendí fijándome en los detalles: a diferencia de Aegan, no tenía tatuajes. Su piel estaba limpia y tenía una musculatura moderadamente tonificada. Sí, sí, estaba muy bueno, lo admito. Y…, siendo sincera, era incluso más atractivo que Aegan, quizá por esa mezcla de misterio + oscuridad, pero en realidad estaba comparando a un demonio con otro demonio. La diferencia no era mucha.

 71/149   Home Previous 69 70 71 72 73 74 Next End