Home > Books > Perfectos mentirosos (Perfectos mentirosos #1)(120)

Perfectos mentirosos (Perfectos mentirosos #1)(120)

Author:Alex Mirez

Me sentí más confundida que nunca, como si ambos habláramos diferentes idiomas o viniéramos de diferentes planetas y no lográramos entendernos.

—Tú ya sabes que… que salgo con Aegan —dije, aunque me resultó difícil soltar esas palabras.

Adrik apretó los labios. No dijo nada por un momento, me miró como si esperara que yo agregara algo más, pero entonces pareció darse cuenta de algo. Fue como si acabara de notar algo que no había notado jamás, como si todo adquiriera sentido.

—Así que no lo hiciste —dijo, pronunciando muy lentamente cada palabra, contenido.

—?Qué es lo que no hice? —repliqué, mirándolo desconcertada, porque la verdad era que no entendía a qué se refería.

él soltó una exhalación parecida a una risa amarga y nada divertida. Después se pasó la mano por la cara y luego por el cabello en un gesto de frustración.

—Maldita sea. —Se removió con inquietud y rabia. De pronto parecía furioso, frustrado, arrepentido; todo al mismo tiempo—。 Lo dijiste en la casa del árbol. Dijiste: ?Lo haré, romperé con él. Ya no quiero seguir soportando esto?.

Oh, Dios…

Grandes errores de Jude Derry: decir una cosa y hacer otra.

—?Pensabas que Aegan y yo ya no salíamos? —pregunté, con la intención de confirmar lo que era demasiado obvio.

—Los últimos días no te he visto con él, y él no hablaba de ti, así que pensé que habían roto —contestó, y se removió con demasiada frustración, como si estuviera tratando de comprender por qué yo había estado besándome con él si aún salía con su hermano.

No pude decir nada. Joder, era cierto. Yo había dicho eso, y había estado dispuesta a hacerlo, pero luego Artie apareció para avisarme que debía ver el mensaje del ba?o y… Después había olvidado por completo esa parte. Ni por un segundo se me pasó por la cabeza que fuera relevante.

—No he roto con él —admití, consternada por mi propio error—。 No, no lo he hecho.

—Entonces ?por qué me pediste que te llevara a mi apartamento? —rugió. Ahora había a?adido a su acusación una nota despectiva—。 ?Habías planeado estar conmigo y con Aegan al mismo tiempo? ?En serio eres así de retorcida?

—?Claro que no lo soy! —exclamé, sacudiendo la cabeza. Muchas cosas comenzaron a arremolinarse en mi mente y me dejaron casi sin palabras—。 No te lo pedí por eso, yo…

—?Tú qué? ?Te gustamos los dos y no quieres perdernos a ninguno? —escupió él con rapidez, presionándome de forma insistente y agresiva.

Cerré los ojos y de repente me sentí más abrumada que nunca. Tenía la boca tan seca que tuve que relamerme los labios y tragar saliva. Mi relación con Aegan era una mentira, pero eso Adrik no lo sabía y por esa razón no entendía que yo hubiera permitido que fuéramos más allá del beso del incienso. Ahora él quería respuestas y yo no sabía cómo dárselas.

—Adrik, lo entendimos todo mal… —dije en un intento de aclarar aquel lío, pero él me interrumpió encolerizado y no me permitió seguir hablando.

—Lo que yo entendí fue que cuando volvimos a Tagus después de la fiesta de beneficencia ya no estabas con Aegan, y por eso fui tan estúpido como para intentar ser distinto contigo y pensar que tú y yo podíamos… —se interrumpió lanzando una exhalación de frustración. Negó con la cabeza—。 Esto es ridículo. Esta mierda no tiene sentido.

Avanzó con la intención de irse, pero volví a atravesarme en su camino. Quería responder a sus dudas, a pesar de que ni siquiera me era posible responderme a mí y a pesar de que toda la situación hacía que solo yo me viera como la malvada.

—?No estoy jugando a nada! —le aseguré, tratando de convencerlo—。 ?No pensé que le darías importancia a lo que dije! ??Qué demonios iba a saber yo?!

Su risa fue amarga. La manera en que me estaba mirando era cruel, pero no podía reprochárselo.

—Sí, ?qué demonios ibas a saber? —replicó con algún tipo de sarcasmo absurdo—。 Solo pensaste que yo me enrollaría con la novia de mi hermano sin ningún problema, ?no? Siempre crees lo que te da la maldita gana.